¿Cómo puedo ayudar a mi hij@ con el inglés si yo no lo hablo?

¿Quién no se ha hecho esa pregunta alguna vez? Nos preocupa la educación de nuestros hijos e intentamos ayudarles en la medida de lo posible pero cuando se trata del inglés ¡la cosa se pone fea!

Pero tranquilos,  la respuesta a la pregunta inicial es ¡por supuesto que sí!

Todos podemos ayudar a nuestros hijos para que se sientan motivados y sobre todo para que ganen en soltura si les damos facilidades para que practiquen el inglés. Los niños aprenden más fácilmente si son incentivados en casa.

¡Y siempre podéis apuntaros a las clases de adultos de Llapis i Paper  y estudiar inglés a la vez que vuestros hijos! Si los papis están entusiasmados con aprender el idioma, los niños también lo estarán.

¿Cómo podemos practicar el inglés en casa?

Todos los días un poco: lo que más ayuda a los niños es la práctica regular. Procura que las actividades sean breves y divertidas. Para alumnos de hasta 3º de  primaria 15-20 minutos diarios son suficientes. Para niños de 5º y 6º, entre 20 y 30 minutos.

Ayúdale a adquirir confianza en sí mismo: a veces los niños tienen miedo de cometer errores delante de sus compañeros de clase. Con frecuencia se sienten más cómodos practicando las cosas con sus padres. Elógiales para que se sientan bien y anímales cuando asuman ‘riesgos’.

Céntrate en los intereses de tu hijo: los profesores preparan las lecciones para que puedan interesar a toda la clase, pero tú puedes centrarte en lo que de verdad le gusta a tu hij@.  Los niños disfrutarán y tendrán más ganas de realizar las actividades si escogéis los materiales juntos, ya sean dinosaurios, la guerra de las galaxias o el baile.

¿En qué medida deben involucrarse los padres en el aprendizaje de sus hijos?

Hay una ligera diferencia entre ‘instrucción’ y ‘educación’.

  • Instrucción es decirle al niño lo que debe hacer y de qué manera debe hacerlo.
  • Educación es guiar al niño hasta su potencial pleno a medida que va ganando autonomía.

Los padres juegan un papel fundamental al infundir a sus hijos la valentía y la confianza necesarias para que lleven a cabo sus tareas, estimulándolos y ayudándoles a desarrollar destrezas en los estudios.

Consejo para los deberes: si tu hijo se queda atascado, no le metas prisa para que acabe y  que llegue a la solución. A veces el niño sólo necesita un minuto más para resolver el problema. Si todavía sigue atascado, ayúdale a pensar cómo podría él averiguar más. Por ejemplo, podría utilizar un diccionario o investigar en internet.

¿Qué tipo de recompensas son más efectivas?

Es verdaderamente importante aplaudir el esfuerzo, no solamente los resultados y la inteligencia.

Esto implica que debes aplaudir a tu hijo si ha conseguido salir adelante cuando ha encontrado alguna dificultad o si ha encontrado por él mismo la manera de resolver un problema.  La investigación demuestra que los niños que reciben este tipo de elogios realizan mayores progresos en sus estudios.

Habitualmente los profesores no pueden ofrecer más recompensa que el propio elogio. Los padres tienen muchas más opciones, y la recompensa no tiene por qué, y no debe,  tener ningún coste. Por ejemplo, podrías intentar lo siguiente:

  • Recompensas en actividades: tu hijo gana tiempo libre extra para llevar a cabo sus actividades favoritas.
  • Recompensas sociales: tu hijo gana tiempo extra para pasar junto con la familia o los amigos.
  • Pídele a tu hijo que piense sobre la forma en que le gustaría ver reconocido su esfuerzo. Sus ideas te pueden sorprender positivamente.

¿Reproducirá mi hijo mis errores de pronunciación?

No, las investigaciones no revelan que esto sea un problema. Pero recuerda, si dices una frase en inglés y después la repites en otra lengua, tu hijo escuchará automáticamente la lengua dominante y dejará de prestar atención a la otra.

El acento de los niños puede cambiar fácilmente a medida que crecen, aunque a partir de la adolescencia, ya es más difícil dominar la pronunciación.

Recuerda que no hay una única pronunciación inglesa ‘correcta’. En países como Australia, Canadá, Irlanda, Nueva Zelanda, Reino Unido y Estados Unidos hay cerca de 100 variantes regionales y locales del inglés.

Y por último, no te preocupes si tu hijo se confunde al aprender el inglés. Es normal una curva de aprendizaje en forma de u. ¡Un paso atrás y dos pasos adelante!

See you soon!

 

Fuente: Cambridge Assessment English.

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